INTRODUCCIÓN
La
hakama (袴) es un pantalón largo con
pliegues (cinco por delante y dos por detrás) cuya función principal era
proteger las piernas, por lo que originalmente se confeccionaba con telas
gruesas y con algún diseño patrón.
HISTORIA DE LA HAKAMA
Originalmente, su función
era la de proteger las piernas de los jinetes de la maleza, no diferentes de
los zahones de cuero de los cowboys. El cuero era muy difícil de
obtener en Japón, así que se usaba ropa gruesa en su lugar. Después
de que los samurai fueran desmontados y se convirtieran en soldados de
infantería, persistieron en usar las vestiduras de jinete porque los separaba y
los hacía fácilmente identificables.
Posteriormente
se convirtió en un símbolo de status o posición, algo que permitía distinguir
rápidamente a un samurái, y evolucionó hacia una confección de tela más fina y
de color liso oscuro.
Era
tradicionalmente llevado por los nobles japoneses de épocas anteriores,
especialmente los samuráis, y tomó su forma actual durante el periodo Edo en el
cual, tanto hombres como mujeres podían llevar hakama.
También
existía otra que era falda tubular (sin piernas), y una tercera que era una
versión más larga de la segunda, usada por los sirvientes o las visitas del
Shogun.
El
exceso de tela era doblado y se colocaba entre las piernas para evitar que se
pudiese esconder un arma y, en caso de atacar, entorpecer la huida.
LA HAKAMA EN LA
ACTUALIDAD
Actualmente sólo se usa un
tipo de hakama llamada joba hakama, mayoritariamente utilizada como parte del
vestuario para ocasiones especiales. También la usan los
practicantes de Iaido, Kendo y Aikido, aunque, dependiendo de la escuela, se
reserva para aquellos de mayor graduación (Yudansha). La forma de
vestir en cada destreza es diferente. Así en el Iaido y en el
Kendo, el nudo queda en la espalda, mientras en Aikido, el nudo se deja al frente por una
cuestión práctica (a la hora de hacer caídas).
La hakama se fija con
cuatro tiras (himo), dos de ellas largas, que provienen de cada lado de la
parte frontal (mae-himo), y dos más cortas que salen de la parte posterior
(ushiro-himo). En esta parte existe una zona rígida, llamada
koshi-ate (袴止め) o que
se coloca debajo del obi y ayuda a mantener la hakama en su lugar.
La parte posterior para la espalda, que suele ser de madera delgada o de plástico,
recibe el nombre de koshiita. Por último, los siete pliegues, se llaman
hida.
FORMAS DE ANUDAR LA
HAKAMA
Existen varias formas de anudar
la hakama: la “forma del guerrero”, llamada sin musubi (nudo
correcto), es un nudo cuadrado simple con finales del himo hacia adentro para
que no se mueva al andar. El “método común” o jumonji musubi (diez
nudos), se parece al kanji que representa ese número. En el caso de
las mujeres, se puede atar también con el “nudo de la mariposa” o cho musubi,
que es el usado por las jinja maiko.
SIGNIFICADO DE LA HAKAMA
La hakama tiene siete pliegues,
cinco en la parte delantera (tres a la derecha y dos a la izquierda) y otros
dos en la parte posterior.
Las siete virtudes
tradicionales del Aikido está simbolizadas en los siete pliegues de la Hakama.
Según
el testimonio de Mitsugi Saotome Sensei para O Sensei, estas virtudes eran:
·
Gi (honor, justicia)
·
Yuuki (coraje, valor)
·
Jin (benevolencia)
·
Rei (respeto, cortesía)
·
Makoto (honestidad, sinceridad absoluta)
·
Meiyo (honor)
·
Chuugi (lealtad)
A
su vez en la tradición Zen los pliegues también son interpretados como los
Cinco Elementos (Agua, Tierra, Fuego, Viento, Vacío) más Yin y Yang.
O
Sensei daba una gran importancia al uso de la Hakama y requería que todos sus
alumnos (independientemente de su edad o grado) la vistieran ya que consideraba
el dogi (o pantalones de entrenamiento) como ropa interior.
Saotome
Sensei relata una anécdota al respecto:
“Recuerdo
con claridad el día que olvidé mi hakama. Estaba preparándome para entrar en el
tatami, vistiendo sólo mi dogi, cuando O Sensei me detuvo. “¿Dónde está tu
hakama?” -preguntó severamente- “¿Qué te hace pensar que puedes recibir la
instrucción de tu profesor vistiendo únicamente tu ropa interior? ¿Es que no
tienes sentido de la decencia? Obviamente te falta la actitud y la etiqueta
necesaria en alguien que persigue el entrenamiento del budo. ¡Siéntate y
observa la clase!”
Para
O Sensei, la hakama representaba la tradición de la que había nacido el Aikido
y llevarla era una señal de respeto a los antepasados y al espíritu mismo del
Budo.
Durante
el periodo que siguió a la Segunda Guerra Mundial, debido a la pobreza y la
extrema dificultad de adquirir o confeccionar una hakama propia, se liberó a
aquellos que no tuvieran el grado de Shodan de tener que llevar hakama.
Llevar la hakama, en este caso, era una obligación de respeto de
los Shodan hacia la tradición del Budo en vez de una señal de rango o jerarquía
tal como se interpreta actualmente en algunos dojos.
Todos
los que han practicado alguna vez Aikido son conscientes de la importancia
simbólica de la hakama dentro de los rituales asociados el Aikido.
El momento de ponerse la hakama marca para muchos el inicio del
entrenamiento y supone una frontera invisible entre el mundo del Aikido y la
cotidianidad. Por otra parte, el momento de doblar la hakama es un
espacio para la meditación y la reflexión sobre el entrenamiento y las virtudes
tradicionales del Budo.
En palabras de O’Sensei:
“La
hakama nos incita a reflexionar sobre la verdadera naturaleza del Aikido.
Vestirla simboliza las tradiciones que han llegado hasta nosotros transmitidas
de generación en generación. El Aikido nace del espíritu de bushido de Japón, y
en nuestra práctica debemos esforzarnos a pulir las siete virtudes
tradicionales.”
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